La fluorescencia para resección microquirúrgica de lesiones gliales en cerebro ha sido empleada desde principios del siglo XXI con resultados satisfactorios en Europa y América del norte.

En México, es una técnica relativamente nueva, solo manejada por un escaso número de neurocirujanos. El principal problema consiste en la necesidad de filtros y equipos microquirúrgicos no disponibles de forma regular en nuestro medio, y por su parte, hasta el presente artículo, consistía en solo una herramienta agregada al dificil tratamiento de los tumores originados de tejido cerebral.

Un artículo presentado en  la revista Neurosurgery de marzo del 2014, intenta resolver nuestras dudas e incógnitas, de forma concluyente, con respecto a la utilidad de la fluorescencia en el incremento de posibilidades de resección segura de estas lesiones.

El ácido 5-aminolevulínico es un compuesto que provoca la secreción de sustancias fluorescentes en las células tumorales cerebrales y esto mediante los utensilios de microscopía especiales se usa para localizar el tumor en el tejido cerebral. Durante la cirugía, las áreas afectadas por tumor se “iluminan” con respecto a las no afectadas o «tejido normal»,  en  diferentes intensidades de fluorescencia macroscópica («fuerte», «débil») lo anterior sirve de guía importante para la resección confiable de la lesión y evitar  daños del tejido cerebral no afectado y posibles secuelas definitivas.

El estudio, realizado por médicos del Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Münster y Regensburg en Alemania,  fue diseñado para evaluar la fiabilidad de las cualidades de fluorescencia visible durante la cirugía,  por medio de corroboración por espectrometría, estudio histopatológico e imágenes de Resonancia magnética post-operatorias.

Para ello, los doctores agruparon a un total de treinta y tres pacientes con gliomas malignos que recibieron ácido 5-aminolevulínico (20 mg / kg) y cirugía guiada por fluorescencia.  Después de la cirugía “reductora de tumor”, se tomaron biopsias estandarizadas a partir de tejidos con fluorescencias «débil»,  «fuerte» y no fluorescente del cerebro distante, para la evaluación de la densidad celular y el tipo de tejido remanente (necrosis ó muerte celular, tumor sólido o infiltrante ó tejido normal). Se calculó el valor predictivo de cada uno para la presencia o nó de tumor en las áreas iluminadas.  El tejido no fluorescente remanente, conocido como “lecho quirúrgico” fue estudiado por resonancia magnética postoperatoria (RMN) y espectrometría. Con todos los datos, se generaron curvas para evaluar la eficiencia de localización de la tumoración.

Sus resultados fueron que la fluorescencia (o iluminación) «Fuerte» correspondía sólidamente a proliferación tumoral y alta densidad de células malignas, mientras que la fluorescencia «débil» correspondió a infiltración del tumor y densidades de células tumorales promedio (escasa invasión tumoral).  El valor predictivo positivo fue del 100% en fluorescia fuerte y del 95% en fluorescencia débil. Por su parte se corroboró que el tejido que no contaba con fluoresencia periférica al tumor, fue tejido marginal “normal”. Con respecto a los resultados post Qx de resonancia magnética, la interpretación de tumor residual o “reforzamientos”, se detectó en 15 de 23 (65%) pacientes en los cuales se mantuvo en lecho quirúrgico una fluorescencia “débil” residual, pero en ninguno de los pacientes en los cuales se resecó la totalidad del tejido fluorescente ya fuera debil o fuerte.

Los autores concluyeron, que la observación transquirúrgica macroscópica de las cualidades de fluorescencia predice de forma eficaz el tumor sólido e infiltrante, proporcionando información útil durante la resección. Por su parte, la Fluorescencia parece superior a la RMN y espectrometría para indicar tumor residual.

Consideramos por nuestra parte, que el presente estudio, brinda una base concluyente y avance definitivo en la resección de gliomas cerebrales, ya que el ácido 5 amino-levulínico, brinda una Guía muy útil para la diferenciación de tejido neoplásico y tejido normal, lo cual había sido una barrera importante en el tratamiento de este tipo de lesiones cerebrales, limitando la cantidad de resección e incrementando las secuelas neurológicas.

Con la corroboración científica de su utilidad, no solo nos proporciona un mejor horizonte diagnóstico y terapéutico, también al extrapolarlo en nuestro medio, apoya en la disminución de costos, reduciendo la cantidad de equipo necesario para su resección certera,  haciendo menos útil la neuronavegación y epectrometría, quedando ellos como un apoyo y no una herramienta necesaria.

Esperamos este artículo sea el parteaguas de una revolución en la resección de gliomas de todos tipos y localizaciones, así como del principio de nuevas guías técnicas y terapéuticas en contra de esta difícil enfermedad.

Para mayor información:

http://journals.lww.com/neurosurgery/Fulltext/2014/03000/5_Aminolevulinic_Acid_derived_Tumor_Fluorescence__.11.aspx