El pronóstico depende de la severidad del evento hemorrágico. Esto es determinado por varios factores, entre ellos:

• Cantidad de hemorragia (volumen)
• Sitio de hemorragia
• Condiciones neurológicas presentadas por el paciente posterior al evento de hemorragia, evaluada a su llegada al hospital. (¿Cómo se encuentra el paciente al llegar al hospital?

Con lo anterior, se estipula que, si la cantidad de sangrado expresada en mililitros es mayor a 30, hay presencia de hemorragia dentro de las cavidades ventriculares y/o cisternas perimesencefálicas, y encontramos un estado mental grave o severo a la llegada del paciente para su atención (expresado en escala de Coma de Glasgow), todo ello acarrea peor pronóstico funcional y mayor mortalidad.

Aunado a ello hay factores que pueden empeorar el pronóstico general, por ejemplo, ha sido demostrado que los pacientes que ingieren medicamentos anticoagulantes se recuperan en menor grado y la posibilidad de muerte es mayor.

En general se reconoce que la hemorragia cerebral es un evento extremadamente grave, que en todo momento pone en riesgo la vida del paciente. Mundialmente se ha comprobado que hasta un 60% de los paciente muere en los primeros 30 días del evento, 10% mueren de forma súbita posterior al evento y de los sobrevivientes, 25% presentan importantes secuelas funcionales.

Así, 25% de los pacientes pueden y deben de tratarse de forma urgente, y el pronóstico depende de un diagnóstico certero y tratamiento oportuno.

Si usted, o alguno de sus familiares presenta alguno de estos signos y/o síntomas por favor contáctenos