El seguimiento regular con un médico es una necesidad. Llevar un diario del dolor para controlar la frecuencia de los ataques y de los medicamentos que se utilizan puede ser muy útil. Puede tomar varias visitas al médico antes de encontrar un plan de tratamiento efectivo para cada paciente, ya que aunque existen guías de manejo para la mayoría de los casos, hay pacientes que no responden al tratamiento estándar sino a alternativos.

Los desencadenantes de migraña deben ser identificados y evitados en medida de nuestras posibilidades. Hacer cambios en el estilo de vida individuales es muy importante. Los cambios pueden incluir evitar ciertos tipos de alimentos y determinadas situaciones emocionales. Si las comidas que faltan desencadenan dolores de cabeza, el paciente con migraña debe hacer todo lo posible para comer en una base regular, de la misma forma el patrón de sueño (horas de sueño por día) debe de mantenerse siempre constante y lo menos fragmentado posible. En algunos casos, el uso de biofeedback (Estudios para evaluar la función fisiológica en momentos de estrés y apoyar en la identificación de patrones desencadenantes de enfermedades) puede ayudar a reducir la gravedad y frecuencia de los ataques.